sábado, 23 de mayo de 2009

Acerca de la Historia de María


Después de leer “La Historia de María” uno se queda con un concepto muy claro. Y es que el tiempo del empleado ha terminado.
Y es que el concepto empleado se convierte de alguna manera en la excusa perfecta para no dar ese 100% que nos exigen nuestros empleadores.
Pero entonces, si no somos empleados ¿qué somos?
Pues bien, existe una definición más amplia que la de empleado. Y esta es la del EMPRENDEDOR.
Según la Real Academia de la Lengua, emprendedor es aquel que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas.

Ojo, en ningún momento se menciona que emprendedor es únicamente aquel que formó su empresa propia y es su propio jefe de la nada.
Emprendedor también es aquella persona que, trabajando para otro, se siente DUEÑO del negocio para el que trabaja. Y ustedes se preguntarán ¿cómo me puedo sentir dueño de un negocio que no es de mi propiedad? Pues con cosas tan sencillas como escuchar a sus clientes y preocuparse por brindarles lo que ellos necesitan. Por trasladar todas sus dudas y sugerencias para que sean trabajadas con esmero y dedicación con la única finalidad de tener clientes fieles y felices. Recibiendo las quejas con un gran sentido de autocrítica y una sonrisa en cada momento de verdad, ya que una de las premisas básicas del emprendedor es que TU CLIENTE ES TU JEFE. Y el cliente es el jefe porque es quien genera recursos a la empresa con sus compras. Y un cliente que compra y vuelve a comprar en un mismo lugar es porque encontró algo especial, un valor diferencial, y en la medida que CREEMOS y MANTENGAMOS clientes, tendremos el éxito asegurado.
Pero también teniendo en cuenta que uno no sólo es empleado para ganar plata. Sobre todo, uno como emprendedor debe buscar ganar EXPERIENCIA, pasar por un proceso de APRENDIZAJE permanente que nos permita mejorar día a día. Tener claro que el equivocarnos es parte del proceso de aprendizaje. Y si tenemos claro que podemos equivocarnos, estaremos dispuestos a asumir riesgos que marquen la diferencia en la organización en la que trabajemos, siempre mirando el futuro con optimismo y esperanza.
Hasta ahora suena bien, pero ¿Por qué es importante asumir esta emprendedoría dentro de una empresa?
Porque el día que estemos listos y decidamos tener nuestra empresa propia, sabremos cuales los conceptos y las acciones que tendremos que tomar para ser exitosos, pero sobre todo para trasladar esta filosofía de trabajo a nuestros EMPRENDEDORES, que serán todas aquellas personas que trabajen con nosotros.
Tengan por seguro que, con el tiempo, muchos de ellos abrirán sus alas y alzarán vuelo. Y algún día regresarán para agradecérselo.

En tiempos de Crisis, como el que vivimos actualmente, necesitamos palabras de aliento y vitalidad que nos permitan afrontar los problemas con calma, sabiduría e inteligencia, y este libro nos brinda ese aporte. Porque en tiempos de crisis, necesitamos más emprendedores.

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